Susana Castro Torres

Aquí yace Susanita, una hija muy amada por sus padres, fanática de los caballos y de

perderse en el campo, a los 15 años de edad perdió a su madre Elisa y dos años más tarde

falleció su padre Hipólito, dejándola sola, viéndose en la necesidad de mudarse a la

capital con su hermana Cristina, pronto consiguió trabajo en una empresa textil

Patprimo, ya que por su estatura aparentaba ser mayor, era muy diligente en su trabajo y

con un futuro prometedor a los 18 años, se convirtió en una joven madre, y tuvo su

primer hijo William. gracias a sus ahorros, al dejar Patprimo, pudo enfrentar sus retos

financieros; junto con la tía Cristina criaron ese niño por el que sacrifico un futuro

maravilloso que le ofrecía Patprimo. luego de 4 años llegaría Elisa, los tres

enfrentaron retos donde Susanita se sacrificaba trabajando duro, monto una tienda y

comenzó a irle tan bien que hizo su gran inversión de una máquina de coser, que gracias a

ello pudo comprar un televisor donde se reunía la familia, era algo extraordinario,

aunque antes lo era también ya que teníamos un radio Phillips, donde escuchábamos por

la noche historias que eran fascinantes, pero lo más maravilloso, era cuando se

apagaba el radio y relataba sus historias de niña, como su padre la amaba tanto, como

eran los días con su madre quien en los últimos años padeció de cáncer, fueron muchas

historias que pueden ser descritas como historias de amor; con el pasar de los años sus

hijos crecieron, se educaron y casaron, pero uno de los acontecimientos más hermosos

fue conocer el evangelio restaurado y bautizarse en junio 4 de 1995 junto a Elisa, su hija,

ya que William lo había hecho unos días atrás, tuvo muchos sacrificios y limitaciones

para sacar a sus hijos adelante, pero su fuerza y resiliencia siempre se hacían presentes, y

con el conocimiento del evangelio siempre veía como la mano del señor estaba en cada

prueba que enfrentaba y constantemente compartía su testimonio de la fe y del poder de

la oración, hizo un curso de cocina, lo que la convirtió en una excelente chef para sus

hijos y nietos ya que cocinaba con mucho amor, lo disfrutaba muchísimo...se convirtió en

cómplice de sus nietas, amiga y alcahueta muchas veces, siempre las defendía a capa y

espada, luciendo bella todo el tiempo y teniendo un gusto por la moda confeccionaba

ropa y hasta disfraces para sus nietas con mucho amor, con infinitas partidas de

parques, triunfos y derrotas en rummy q, temporadas del desafío en familia, bailadas en

la sala de la casa escuchando la emisora y millones de "te amo". Ahora que se ha ido a

reunirse con seres amados ha dejado un legado de sacrificio, responsabilidad,

superación, y confianza en la mano del señor o como decía ella en sus infinitas

misericordias. La llevaremos siempre en nuestro corazón hasta que nos volvamos a ver porque

creemos con toda certeza que las familias son eternas.