Idalia Dominguez "Mami Dalia"

Idalia nació el 2 de mayo de 1945 en la ciudad de Barquisimeto, Venezuela. Sus padres, quienes se adelantaron en la jornada de la vida, fueron Jesús Santeliz y Digna Maria Pernalete, y sus padres de crianza Julia Cenobia Pernalete y Jesús Rondón. Sus hermanos: Violeta, Ramon, Cruz, Hugo, Alexis, Fanny, Ana, Marlene, Elizabeth (Chabela), Guadalupe (Lupe), Gloria y Jose (cheo).

Idalia creció en el campo petrolero de Mene Grande, Estado Zulia, y tiempo después vivió el resto de su adolescencia en el campo petrolero de La Concepción, Estado Zulia donde fue criada por su amada Cenobia y Jesús Rondón. Conoció al amor de su vida Andres Eloy en el año 1965 y juntos decidieron formar una hermosa familia: Andres José (falleció a los 11 días de nacido), Ygdalia (Pablo), y Andres José (Nayibi). Al poco tiempo de casados se mudaron a la hermosa ciudad de Barquisimeto, donde floreció como una “Dalia”.

“Dalia” como era conocida por toda la familia y por sus grandes amigos, fue una luz para todo el que entraba en contacto con ella, Dalia se caracterizó por ser una: amiga, consejera, psicóloga, planeadora de eventos, cocinera, enfermera, defensora de los necesitados, chofer, madre adoptiva, dibujante, y muchas cosas más.  Si alguien en la familia necesitaba cualquier tipo de ayuda o consuelo, Dalia era la primera en estar allí. Al momento de alguna enfermedad leve o seria, toda nuestra familia se preparaba para entrar en el carro Renault 5 a las 5:00 AM para hacer el viaje de 4 horas desde Barquisimeto a la Concepción, Estado Zulia, donde haríamos un recorrido por toda la costa oriental del lago, Maracaibo y finalmente llegando a la Concepción, haciendo paradas en las casas de todos los tíos, primos, abuelos y demás familiares.  Al llegar la época de las navidades, Dalia se preparaba desde temprano, no solo comprando y envolviendo los regalos para sus hijos Ygdalia y Andres, sino también para una gran parte de sus sobrinos, hermanos y demás familiares que de seguro tendrían una sonrisa en sus rostros al ver llegar a Dalia con los regalos.

Dalia supo enseñarnos desde muy temprano en nuestras vidas el valor de una amistad sincera, del servicio compasivo y de tener siempre una sonrisa para los demás. Dalia nos mostro como tener fortaleza mental, emocional y física durante los momentos difíciles de la vida, lo hizo por medio de su ejemplo de mujer entera, cabal, fuerte y temerosa de Dios.

Sus sobrinos, primos, nietos, ahijados y amigos se convertían automáticamente en sus “hijos adoptivos” todos les pedían la tradicional “bendición Ayo”, a la cual siempre les respondía: Dios te bendiga mi amor. “Ayo”, como le decían muchos de sus hermanos y primos, siempre fue un faro de luz, respeto y amor fraterno para todos ellos.

Nuestra amada Dalia, lucho siempre por tener una familia fuerte y unida, haciendo esfuerzos y sacrificios por estar presente en los momentos importantes: matrimonios, nacimientos y bendiciones de bebes, graduaciones, despedidas y bienvenidas de misioneros. Mientras vivía en Venezuela, hacían el viaje a USA para compartir vacaciones con parte de la familia residenciada en Utah y Florida, y muy recientemente en Atlanta.

Sabemos que su partida ha dejado un vacío enorme en el seno familiar y en sus “amigos del alma” como ella les llamaba, pero, seguro estamos que será cubierto con la fuerza que nos promete Dios en los momentos de dolor y angustia, con los abrazos de la familia, con sus palabras de consuelo, y sobre todo por la certeza del conocimiento de que somos una familia eterna, unida y sellada por el tiempo y por todas las eternidades. Sabemos que el tiempo en la tierra es un tiempo ínfimo comparado con la eternidad. Sabemos que estaremos juntos nuevamente y que “la misma sociabilidad que existe entre nosotros aquí, existirá entre nosotros allá, pero la acompañará una gloria eterna que aun no conocemos (D&C 130:2).

Te amamos profundamente “mami Dalia” te extrañaremos cada día, pero nos confortará el saber que estarás cerca, y que tu ejemplo, tu legado de amor, permanecerá con nosotros y con nuestras generaciones futuras por siempre. Y como siempre decías……………: “Amanecerá y veremos”.

Los servicios seran transmitidos por zoom/youtube. Publicaremos el enlace tan pronto lo tengamos disponible.