Hermelinda Garduño Bahena

Querida y amada hermana mía, hoy partes de esta vida terrenal y nos dejas un vacío y un gran dolor en cada uno de nuestros corazones, pero sabemos que Dios necesitaba un bello ángel a su lado. Te recordaremos como una mujer fuerte y valiente hasta el último aliento porque nunca te rendiste, para nosotros tu familia, y tus amigos fuiste y seguirás siendo un gran ejemplo de vida. Damos gracias a Dios por estos años que te permitió vivirlos a nuestro lado, gracias hermana por todo el amor que diste en vida a cada uno de tus seres amados, gracias por nunca abandonarnos cuando mas te necesitamos, gracias por esas risas, gracias también por tus regaños, porque se que lo hacías por nuestro bien. Hoy tu partida nos enseño a ser fuertes, pero se me olvido decirte que no es un adiós, sino un hasta luego. También se que nos llenaras de bendiciones, como tu me lo dijiste en tus ultimas palabras de despedida. Querida hermana mía nos dejas con el corazón destrozado, pero sé que algún día nos volveremos a encontrar. Te amamos, y vivirás en nuestro recuerdo por toda una eternidad.

Gracias por todo…Hermelinda Garduño Bahena.